Desde mis nervios
hasta tu diáfano aroma.
Ví llegar el lóbrego cerrojo de mi alma
ví zarpar las pavorosas naves negras.
Te ví allí.
Tu ígnea presencia aplacaba
la sed de mis otros demonios.
Me miraste y te llenaste de mí.
Hoy te vi, hoy te amé.
Nunca más tus velas negras vi regresar,
zarparon tus naves y te llevaste mi ser.
(*) otro apunte de "isa", nunca más le mostré otra cosa que había escrito, dice: "Es una fantasía, ya quisieras que pase eso... y aún queda cariño"