Inmóvil, inquieto, perdido;
blanca piel, dulzura y pureza de agua
que cae a la tierra e irradia una luz
fulminante que quema la vista.
Ensombrecedora figura,
perfecta como la nieve que
derritiéndose llena
el estanque virginal de su mente.
Aterradora imagen
de naturaleza dominante e ingenua.
Segadora presencia
de espíritu envolvente
que mezcla esa excitante
magia de ser mujer y niña.