Las carcajadas de su espíritu
llamaron siempre mi atención.
Es libre, y su cabello vuela con el viento.
La firmeza de su voz, a veces,
no concuerda con la cálida tonalidad de su timbre.
Sus decisiones son solo de ella.
Inteligente y valiente.
Preocupada y atenta.
El tiempo parece no olvidar lo que lleva en mente
Es su capricho
Su más sincero impulso
Llena de sueños y fantasías
¿Qué más quiere un ser humano?
¿Su imaginación o su conocimiento?
Ella ya parece saberlo.
Abraza la humildad necesaria de lo perfecto,
casi a chorros irradia su sonrisa.
Una no fingida, una natural,
una que solo ella conoce.
No es triste, mi alma no la entiende así.
¿Por qué continúas rasgando el pasado?
Solo tu esencia lo sabe.
Tal vez porque necesites
aminorar la felicidad que produces.
Sigo sintiendo esa tranquilidad cuando estoy a su lado.
Oculto penas, dolores vanos y pasajeros.
Y sonrío,
culpable de ser feliz una vez más.
Cómo no recordar tu esencia a cada paso
Y aprender de tu sabia fortaleza.
Cómo no escribir algo.
Solo concibo frases.
Aún no me atrevo…
Ni a dedicarte algo.
Un pensar sobre lo antes escrito,
porque todo eso la convierte en
la mujer más hermosa del mundo.