domingo, enero 06, 2008

lógica y sentimiento


No se si la soledad deja mucho espacio al cerebro para maquinar tantas ideas, una tras otra, hay veces que son repetitivas, sin fin en una solución, solo recordar y recordar, acaso lastimar.

Hoy, y hace unos días empecé, veía una de estas series americanas, antigua ya, muy vistas en el pasado, específicamente la primera temporada de la serie clásica, “Star Trek: The original Series”. Y bueno, me hacía recordar, algo, épocas varias de mi vida, niñez. Aunque no fui conciente cuando por primera vez se pasó esta serie por televisión si seguí mucho las series y temporadas que le sucedieron.

La lógica del “Sr. Spock”, esa famosa lógica heredada de sus antepasados vulcanos y que no le ayudaba a controlar su parte humana para sobrellevar cualquier problema que se le presentaba.

Suena gracioso si (-jajaja- últimamente me río de todo) pero a la vez te deja mucho en que pensar. Más que retratar el diario de un humano común y corriente que veía esta serie y se encontraba fascinado con la historia, luego se volvía adicto a la misma y por lo tanto generaría ganancias a la productora. Más que eso, me dejó pensando en las cosas que vivo, pienso y veo.

Hay muchas personas que se guían mucho por la lógica, y no es algo malo, pero siempre falta una dosis sincera de sentimientos, esa característica humana que nos hace reaccionar de incontables formas ante un problema.

Ser muy calculador y arriesgar muchas cosas ayuda a la lógica, te ayuda a sobrevivir, no mostrar emociones que a la larga te hacen sentir mal y más que ayudarte, te dificultan una vida normal. Es algo favorable para un satisfactorio desarrollo. Pero siempre falta ese poco de sentimientos que nos deja gozar de cosas pequeñas o momentáneas. Algo que hace sentir en carne viva el estar vivo, una reacción muy humana.

Hay veces en que sigo sintiendo “dolor”. Le llamo sensación más que por un calificativo. Últimamente recordaba situaciones felices, algunas risas y costumbres de una persona, un ser, antes, querido. Y lo recordaba muy alegre, con algunas risas y anhelos de saber de aquella persona.

Luego te preguntas el porqué de la situación actual, uno no se responde… yo, solo continúo lo que estaba haciendo, pienso en algo “más bonito” y miro hacia otro lado.


“Todos los días, no menos de 5 segundos… aparece en mi cabeza… aún sigue por allí”