Inolvidable: Que no puede olvidarse.
“DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA - Vigésima segunda edición”
“DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA - Vigésima segunda edición”
Es un poco resistible el volver a escribir.
¿Qué es el olvidar, o qué cosas se pueden olvidar?
Últimamente se me olvidan mucho las cosas. Existen riesgos de perder parte de la memoria de largo o corto plazo por motivos de drogas, ya sean el alcohol, hierbas, ácidos, inyectables, etc. Hay una vía por la que, en mi caso, no puedo recordar las cosas y es el estar distraído (ido) mucho.
Siempre fui distraído y me lo repetían hasta el cansancio, y supongo que es algo que llevaré conmigo hasta la muerte. Claro está que lo he tratado de combatir, de manera algo oportuna, en todo este tiempo. Pero ahora ultimo no he superado uno de mis mayores, es verdad, problemas en esta vida. Eso me ha tenido muy pero muy distraído.
Hay momentos de la vida en que uno ya no puede seguir, no tiene ganas, simplemente quiere llorar, romper todo, terminar con todo y todos y no saber más de nada. Son medidas, claramente, exageradas. Es lo que uno siente en realidad. A todo esto viene mi post.
Existen cosas muy rápidas, en la vida diaria, que pasan por nuestros sentidos y son percibidos tan a prisa que no son debidamente almacenados, esto es una de las razones pro las que se olvidan muy rápido las cosas.
Pero existen otros motivos por los que “no puedes olvidar” las cosas, son momentos en la vida que te han “marcado”, momentos muy especiales que han causado uno y mil sentimientos, quizá, a la vez, y que han hecho en ti que recuerdes esos momentos con todo detalle, paso a paso, etc.
¿Por qué inolvidable?
Esta vez… quién podría haber adivinado tal mezcla de sentimientos. Algo confuso al comienzo pero muy real al final del túnel. Como un poema de Bécquer que ya sabes más o menos cómo terminará pero de igual forma te impacta cuando terminas de leer la última palabra, la última sílaba.
No recuerdo haber estado tan sensible tanto tiempo. El otro día recuerdo haber estado viendo unas películas y me daban tantas ganas de llorar, por algo que en otro momento me pareciera estúpido tonto y común. Estas cosas suceden conforme vas pasando la vida. Tal vez hoy dices que no te podría suceder tal cosa pero cuando llega la hora no hay ha donde correr.
No he querido llorar no porque no me sienta distinto, diferente, o estúpido (aunque lo pensé) si no porque me he forzado a no hacerlo. Recuerdo bien una vez que cayeron lágrimas, ¡sí! Un día en el que estaba muy ebrio. Felizmente estuvo alguien para escucharme. Lástima que pesando luego me pregunté ¿Por qué no estuve ese día con la otra persona?, esa por la que ahora los problemas se hacen propios a mi vida. ¿Por qué no estuvo conmigo? Y mirarme a los ojos como yo lo hubiera hecho pro ella. Claro que en ese entonces otra era la situación, pero me consterna preguntarme eso.
Son cosas que hacen inolvidable a una persona, en este caso es una persona, no una cosa o algún momento apartado o una acción. Es una persona.
Es ya buen tiempo que llevo con esto, y hoy me siento más que nunca cansado y arto de llevar día a día estos sentimientos. No trato de pensar en ello pero es inevitable mirar a cualquier sitio y verla allí. Es inexplicable ese síntoma, algo por lo que muchos han debido de pasar. Y todo eso lastima mis ganas de realizarme como persona.
Es el levantarse todos los días (de golpe) recordar vagamente la pesadilla que he tenido durante la madrugada, apagar el despertador, sentirse soñoliento mientras camino hacia la ducha cuando de pronto aparece su rostro por cualquier lugar, es algo a lo que me acostumbré. Prender la televisión y escuchar cualquier palabra que me haga recordar un diálogo, una palabra característica suya, etc. Ir en el carro y tragarse toda una canción que habla del amor y otros enlatados caseros. Llegar a algún lugar por el que alguna vez he caminado a su lado o hemos ido. Escuchar a la gente mientras pienso, pienso y pienso solo en una persona. Cuando logro realmente concentrarme en algo tiene que aparecer (realmente). Finalmente y para cerrar con broche de oro, sentirme malhumorado por la simple razón de sentirme incompleto, termino el día sin estar satisfecho de todo lo que he desarrollado durante el día.
No se a donde me lleve todo esto, simplemente prosigo mi camino, sin mirar adelante, sin pensar mis pisadas, sin ir a algún lugar en específico, solo porque la naturaleza te obliga a seguir, solo eso. Son muchas sensaciones, que al describirlas o pensarlas duelen, y hasta me hacen preguntarme ¿Por qué no hago algo para terminar definitivamente con todo esto?
Puede existir una respuesta, aunque nunca la piense y ni siquiera busque mejorar las cosas. N o me gusta perder lo que quiero, menos algo que quiero tanto. Me es muy difícil pensar en no volver a verla. Aunque de una u otra forma, si eso ocurriera, cambiaría totalmente mi vida.
Los cambios, claro está, no son muy malos del todo, pero yo creo que si me sucediera esta perdida el efecto en mi sería malo, muy malo.
Ya casi está todo perdido, pero cuando aún no se ha perdido la “comunicación” porque no la hemos perdido. No hablar, no usar el verbo no significa que no sigas comunicando algo. Siempre nuestra comunicación fue más aya y creo que eso lo hizo aún más especial. Solo vasta una mirada, una volteada de cabeza para ver a la otra persona o una postura del cuerpo para entender lo que quiere decir la otra persona. Así es.
No hay porqué pedir disculpas, nada ha sido dañado, más que nuestros orgullos y por cosas que ambos hemos hecho. Tratar de olvidar a toda costa. Yo, porque no puedo seguir sintiendo algo tan profundo por alguien que no lo aprecia, no lo siente igual hacia mi o por lo menos eso es lo que se. Ella… la verdad que no lo entiendo, no lo entiendo.